Cambia el mundo desde dentro de tu empresa

El intraemprendimiento, es un término introducido en el mundo empresarial por Gifford Pinchot en 1985. ¡Es decir, hace más de 30 años! Los intraemprendedores son aquéllos empleados de una empresa que bajo el paraguas de la misma y con su apoyo pueden emprender y llevar a cabo nuevas ideas y negocios. ¿Por qué hablamos hoy de un término empleado hace 30 años? Simplemente porqué ha dejado de ser una “utopía”. Las organizaciones han abierto finalmente los ojos y se han dado cuenta qué si quieren innovar, mantenerse y sobrevivir, necesitan del talento emprendedor de sus propios empleados.

Si esperabas una oportunidad, parece que finalmente la tienes delante de tus ojos. Todos aquellos inquietos, con ideas, inadaptados a la burocracia y con ganas de cambiar cosas por fin tenéis una oportunidad. ¡Bienvenidos los rebeldes!

Las organizaciones que viven en un entorno global y cada vez más competitivo y con veloces transformaciones han empezado de forma cada vez más intensa a desarrollar programas internos para innovar. Estos programas pasan desde la redefinición de la cultura y ecosistema para favorecer la creación de nuevas ideas hasta dotar a sus empleados de herramientas y recursos para convertir ideas en realidades.

Son muchas ya las empresas que entre otras cosas ofrecen:

• Espacios dedicados a la innovación.
• Sponsors internos de dirección que apoyan los proyectos.
• Equipos específicos para mentorizar a los intraemprendedores.
• Dedicación parcial, puntual o completa al desarrollo de nuevos proyectos frente a las tareas ordinarias.
• Beneficios salariales.
• Formación específica para intraemprendedores
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A aquellos empleados que anhelaban crear su propia empresa, realizar sus ideas, pero no podían o conseguían realizar el salto por temor al fracaso u otros riesgos muchas empresas empiezan a ofrecerles un sistema híbrido que les permite aportar ideas y participar en su desarrollo. Este sistema más seguro puede resultar muy atractivo a los empleados con más talento y probablemente con mayor riesgo de fuga.

Aún queda camino por recorrer, pero es evidente que la idea ha calado hondo en las organizaciones que se apresuran a diseñar atractivos programas de emprendimiento corporativo.