Innovación disruptiva y transformación de mercados

El ejemplo de Netflix como innovación disruptiva nos alerta de la alta velocidad a la que pueden evolucionar los mercados.

Quedamos algunos, pocos, que aún disfrutamos de la excentricidad de salir de casa para ir a alquilar una película a un videoclub. Para los más jóvenes, un videoclub es una tienda dónde se pueden alquilar películas en formato DVD (habitualmente) y verlas en casa durante uno o dos días. Esta rareza cada vez es más difícil de ver dado que los videoclubs en las ciudades escasean. Tengo la suerte de tener cerca de casa “Deuvedés”, un videoclub en el barrio que gracias a su buen surtido, su amabilidad, recomendaciones y buen ambiente ha conseguido sobrevivir. Además me permite andar 5 minutos de ida y 5 de vuelta, un ejercicio saludable para estirar las piernas antes de sentarse a ver una película. Hace pocos años, la principal cadena de videoclubs del mundo “Blockbuster” gestionaba casi 10.000 tiendas y 60.000 empleados. Actualmente prácticamente no queda ni rastro de ella. ¿De qué manera la innovación disruptiva ha transformado un mercado de billones de $ en pocos años?

Netflix, en 2007 revolucionó el mercado ofreciendo un servicio de alquiler de películas por internet mediante streaming. Este servicio acompañado del crecimiento de los hogares con internet de alta velocidad, un modelo de pago mensual con tarifa plana, precios competitivos, amplío catálogo y series y películas propias de gran calidad atrajo de forma masiva a los consumidores. Lo admito, yo también soy usuario de Netflix. La clave en la innovación disruptiva de Netflix fue no sólo ofrecer un servicio más económico sino simplemente mejor. Una combinación mortal para Blockbuster que no supo reaccionar a tiempo.

Obviamente, Netflix no se ha quedado sola en esta lucha sino que rápidamente han aflorado feroces competidores como Amazon o HBO con los que hoy en día libra una dura competencia para ganar cuota de mercado.

Los mercados evolucionan, cambian y se transforman. Nada es inamovible. Las grandes organizaciones, sólidas, estables y que funcionan, no pueden ignorar que quizás en algún rincón hay una pequeña startup que desconocen que quizás más pronto que tarde puede hacer tambalear sus cimientos.

Es imperativo para cualquier organización que quiera sobrevivir a un entorno global y altamente competitivo que potencie sus capacidades de innovación.


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